Duelo
PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO Y OTRAS PÉRDIDAS
¿EL DUELO ES BUENO O MALO?
Una de las etapas más difíciles de la vida por la que todo ser humano pasa en algún momento es la perdida de alguien cercano a nosotros, de un ser querido, ya sea la muerte de un familiar, la ruptura de una relación, un abandono o cualquier otro tipo de pérdida significativa.
Sin embargo que el duelo sea, como su propio nombre indica, doloroso no quiere decir que no sea necesario. Pasar un proceso de duelo ante una pérdida cumple una función de adaptación, permitiendo el restablecimiento del equilibrio roto tras la pérdida y posibilitando nuevos vínculos. Esto, que se conseguirá una vez alcanzamos la aceptación de la pérdida, conllevará casi con seguridad el sufrimiento del dolor y la pena pero también supondrá el ajuste al medio sin el desaparecido.
Es muy difícil darnos cuenta que alguien que solíamos tener o que pensábamos que lo íbamos a tener siempre, desaparezca de la noche a la mañana, es muy difícil aceptar una perdida. Sentimos que no podemos soportar el dolor, tenemos la firme creencia que no superaremos la muerte de alguien que queremos, que si alguien a quien amamos falta en nuestras vidas nos podríamos morir, que nadie aguanta la tristeza, que nos destruye. Estas y otras ideas nos pueden asaltar cuando la pérdida es significativa y más cuando se da de una forma trágica y sufriente. Sin embargo, si el proceso de duelo se realiza adecuadamente, no sólo no nos destruye si no que nos ayuda a aceptar y la pérdida y poder seguir viviendo.
Así pues, el duelo es un proceso NATURAL, que se genera al sufrir una pérdida, es muy doloroso pero no necesariamente patológico y cada persona tiene una forma distinta de afrontarlo.