Nuestro objetivo es dar visibilidad al TDAH y la atención necesaria a nivel social, para poder comprender la realidad de las personas que conviven con este trastorno y dar apoyo, comprensión y ayuda a sus familias.
Nuestro objetivo es dar visibilidad al TDAH y la atención necesaria a nivel social, para poder comprender la realidad de las personas que conviven con este trastorno y dar apoyo, comprensión y ayuda a sus familias.
Es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad y afecta a más del 6% de los niños y niñas en España, es más frecuente en niños que en niñas. Es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por un exceso de actividad motriz, déficit de atención e impulsividad. Está asociado con problemas de rendimiento académico y de adaptación social, familiar y laboral. En el 50% de los casos persiste en la edad adulta.
Es un trastorno complejo, no puede identificarse una sola causa, por tanto sería la confluencia tanto de factores genéticos como ambientales y tiene una alta heredabilidad. Se considera un trastorno heterogéneo con diferentes subtipos, resultado de las distintas combinaciones de los factores de riesgo que actúan conjuntamente. Aunque sí que se ha identificado que las causas del TDAH se deben a factores principalmente:
tiene una heredabilidad del 76% Los estudios han demostrado que los familiares de personas con TDAH tienen un riesgo cinco veces mayor que las personas sin antecedentes familiares de TDAH.
Como los traumatismos craneoencefálicos en la infancia, las infecciones del sistema nervioso central, la prematuridad, la encefalopatía hipóxico-isquémica, el bajo peso al nacimiento o el consumo de tóxicos como el alcohol o el tabaco en el embarazo.
Suelen darse diferentes presentaciones de los síntomas del TDAH, y son independientes unos de otros. No todos los niños y las niñas con el trastorno manifiestan los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Es decir que un niño con TDAH puede manifestar sólo uno de los tres síntomas nucleares. Pese a que pueda existir sospecha clínica antes de los 6 años de edad, el diagnóstico de TDAH requiere haber superado esta edad. Además, es frecuente que el GENÉTICOS El TDAH tiene una heredabilidad del 76% Los estudios han demostrado que los familiares de personas con TDAH tienen un riesgo cinco veces mayor que las personas sin antecedentes familiares de TDAH. AMBIENTALES Como los traumatismos craneoencefálicos en la infancia, las infecciones del sistema nervioso central, la prematuridad, la encefalopatía hipóxico-isquémica, el bajo peso al nacimiento o el consumo de tóxicos como el alcohol o el tabaco en el embarazo. TDAH se reconozca en los niños y niñas cuando comienza la educación primaria, coincidiendo con dificultades en el rendimiento escolar y la presentación de disfunciones sociales. De la diversidad de manifestaciones del TDAH se diferencian tres presentaciones según el DSM-5: Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales:
INATENCIÓN
HIPERACTIVIDAD
IMPULSIVIDAD
Será según el grado de afectación que pueda considerarse si una persona lo padece o no, y sus síntomas se presentan en mayor o menor grado según el subtipo:
Más específicamente, las condiciones para que los síntomas de falta de atención, impulsividad e hiperactividad puedan relacionarse con un TDAH, serían las siguientes:
Se ha demostrado que un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado permiten una evolución positiva del trastorno
El TDAH puede presentarse junto con otros trastornos asociados, los llamamos trastornos comórbidos. Según el DSM-V el TDAH tiene una alta comorbilidad, más del 50% de los niños con TDAH presentan otros problemas de conducta y/o emocionales.
En un estudio realizado en Suecia por el grupo de Gillberg, se ponía en evidencia que el 87% de niños que cumplían todos los criterios de TDAH tenían, por lo menos, un diagnóstico comórbido, y que el 67% cumplían los criterios, por lo menos, para dos trastornos comórbidos (Artigas-Pallarés et al., 2013).
Puesto que existe una alta probabilidad de padecer trastornos comórbidos asociados al TDAH, el especialista deberá evaluar si el paciente presenta síntomas de algún otro trastorno psiquiátrico. También se debe determinar en tal caso, cuál de ellos es el trastorno principal y marcar prioridades en la intervención y tratamiento.
Evaluación psicopedagógica: Es fundamental, una vez realizada la historia clínica, investigar si existen trastornos del aprendizaje y evaluar el rendimiento académico del niño o la niña a lo largo de su trayectoria escolar. Para realizar esta evaluación es imprescindible la participación de los profesores o el equipo de orientación escolar.
Es importante tener en cuenta que un TDAH no detectado a tiempo y que por tanto no ha sido tratado de forma adecuada puede provocar la aparición de otros trastornos comórbidos; una detección precoz es crucial en los casos de TDAH.
Los Trastornos comórbidos asociados al TDAH:
Es fundamental tener en cuenta que hablamos de trastorno cuando sus manifestaciones se presentan con mayor frecuencia e intensidad que las observadas en niños y niñas de su edad y con su mismo grado de desarrollo.
Según estudios (Biederman et al 2000), podemos extraer una correlación aproximada de los trastornos comórbidos más comunes asociados al TDAH:
Veamos a continuación con mayor detenimiento algunos de los trastornos específicos que pueden solaparse con un TDAH, con datos más actualizados:
Un estudio realizado en España para explorar el nivel de conocimiento sobre el TDAH en nuestra sociedad (Rodríguez Hernández P.J. et al, Conocimiento de la población general sobre el TDAH presentado en 62º Congreso de la Asociación Española de Pediatría), nos mostraba como resultados que el 4% de las personas encuestadas reconocían el término TDAH y un 33% consideraba que el TDAH se debía a un entorno familiar o escolar desorganizado.
Esta falta de información y atención hacia el TDAH da como resultado unas consecuencias negativas para los niños, niñas y adolescentes con este trastorno, también para sus familiares, ya que sufren el estigma, la incomprensión, la falta de consideración hacia el trastorno y la desatención.
Podemos ver reflejados en diferentes estudios los siguientes resultados: Según Study ACADEMICA (Fischer 2003), el 38% de los adolescentes con TDAH abandona los estudios secundarios frente a un 5% de adolescentes sin TDAH. También detectaron la siguiente comparativa: Tasa de repetidores: 42% vs 13%. Tasa suspensos: 60% vs 19%. Tasa expulsados: 14% vs 6%.
Según Quintero (2012), uno de cada cuatro casos de fracaso escolar puede tener como origen un TDAH no diagnosticado. Según Barberasi (2007), los niños con TDAH repitieron curso 3 veces más que los no TDAH, y los niños con TDAH abandonaron los estudios durante el instituto 2,2 veces más que los no TDAH.
El rendimiento académico para niños, niñas y adolescentes con TDAH supone una gran preocupación para las familias, es frecuente que tengan dificultades para alcanzar los logros escolares y para regular su comportamiento en el aula. No debemos perder de vista la perspectiva de dificultad con la que cuentan (no es un problema de capacidad o entendimiento), sino de dificultades en sus funciones ejecutivas; por ello les supone un mayor esfuerzo, en comparación con los y las niñas no TDAH, para atender a las explicaciones, para recordar lo que se ha aprendido, para mantener una memoria de trabajo, para controlar sus impulsos, para organizar sus tareas, etc.
Para poder intervenir, ayudar y dar apoyo y respuesta a las necesidades de las personas con TDAH, se hace imprescindible una detección precoz del TDAH para reducir las complicaciones o problemáticas asociadas; también una concienciación del equipo docente para trabajar conjuntamente desde casa, centro y personal especializado; sería también necesario un tratamiento psicopedagógico específico e individualizado; y, por supuesto, una comunicación y coordinación entre familia, centro educativo, profesional médico y agentes involucrados en su tratamiento.
Existe una falta de información y comprensión sobre el TDAH y por tanto un desconocimiento de la realidad de las personas y familiares que conviven con este trastorno. Por ello nuestro interés, es poder clarificar y dar mayor visibilidad e información sobre el TDAH, procurando de este modo aumentar el conocimiento, comprensión y apoyo social.
Además de nuestro interés de concienciación social, también ofrecemos nuestros servicios psicopedagógicos de evaluación e intervención en TDAH en nuestro centro, así como el apoyo a las familias y personas interesadas. En estos momentos estamos en colaboración con la Asociación de TDAH Camp de Morverdre, para todas aquellas personas a las que les pueda interesar.
En la actualidad, se aborda el TDAH con lo que llamamos un tratamiento multimodal o combinado. Supone una intervención y acción conjunta y coordinada desde distintas áreas de actuación, estaría compuesto del tratamiento farmacológico, tratamiento cognitivo-conductual y tratamiento psicoeducativo (familia y profesorado). El objetivo principal es disminuir los síntomas y las dificultades resultantes del TDAH para conseguir una mejora en el rendimiento global de estas personas tanto a nivel académico como en su vida cotidiana.
Desde OMA, nos vamos a centrar más en el abordaje no farmacológico, ya que éste es correspondiente al personal médico especializado y a la decisión y necesidad de las familias. Los aspectos más importantes a tener en cuenta en un tratamiento para TDAH en términos generales y según las publicaciones de los estudios más recientes serían los siguientes.
El tratamiento debe ser específico e individualizado: estableciendo los objetivos de la intervención adaptados a las necesidades y características personales de cada paciente y familia. No existe un tratamiento estándar que sirva para todas las casuísticas de TDAH. Debe tenerse en cuenta el contexto familiar y social, la intensidad de los síntomas y grado de afectación, si existen otros trastornos comórbidos asociados y las características personales de cada paciente.
También debe ser individualizado el tratamiento psicoeducativo, centrado en la enseñanza de herramientas, habilidades y competencias para la óptima evolución de la persona con TDAH. Engloba la formación y educación de las familias y la atención a las peculiaridades y preferencias del entorno familiar y de la escuela. También que tenga en cuenta al niño o niña (su edad, nivel académico, fortalezas, aspectos a mejorar, etc.)
Resulta muy conveniente la combinación de un tratamiento psicológico (cognitivo – conductual) y un tratamiento psicopedagógico (entrenamiento y mejora de las funciones ejecutivas), que se detallan continuación.
El objetivo del tratamiento psicológico del TDAH es ayudar a los pacientes y su familia a manejar los síntomas y dificultades del trastorno en el día a día y disminuir el impacto negativo que pueda repercutir en su calidad de vida.
La intervención psicológica debe ser un plan de tratamiento personalizado para el o la paciente y su familia, en función de sus necesidades y sus condiciones individuales.
Existen recomendaciones de la terapia cognitivo-conductual como tratamiento inicial cuando se trata de un TDAH leve, cuando se rechaza el tratamiento farmacológico, o cuando son niños y niñas menores de 5 años, entre otros.
El tratamiento psicopedagógico del TDAH es imprescindible para dar respuesta a las necesidades educativas específicas de los y las alumnas con TDAH, atendiendo a los procesos de enseñanza y aprendizaje en el contexto escolar y extraescolar. El objetivo de este tratamiento es conseguir que el proceso de aprendizaje de cada niño y niña sea más productivo y eficaz. Es un proceso que trata de ayudarle y acompañarle para que adquiera estrategias y habilidades de compensación para afrontar sus dificultades, tanto a nivel de conducta, como en sus dificultades cognitivas y de ejecución.
La intervención psicopedagógica es la encargada de la mejora de las funciones ejecutivas del niño y la niña con TDAH, como puedan ser el control inhibitorio, la atención selectiva y sostenida, la memoria de trabajo, la concentración, entre otros. También es la encargada de muchas otras acciones que se llevan a cabo en la intervención, destinadas a que el alumno o alumna con TDAH aprenda estrategias y adquiera habilidades para su evolución, algunas de ellas son:
La actuación del centro educativo es fundamental, se deben realizar las adaptaciones necesarias para mejorar resultados y rendimiento de estos alumnos y alumnas.
Los y las alumnas con TDAH en muchas ocasiones sí adquieren los conocimientos para obtener buenas notas en los exámenes, pero les puede resultar complicado adaptarse al formato y a los tiempos establecidos; es debido a las distracciones constantes, problemas para gestionar el tiempo, dificultad en el inicio de las tareas y para recordar hechos concretos.
Una de las medidas que toma el centro es la adaptación las evaluaciones según sus necesidades, para asegurarse de que el esfuerzo se ve reflejado en sus conocimientos y resultados (dar más tiempo de examen, no penalizar que se levanten, poner su asiento en el lugar más tranquilo del aula y con menos distracciones…)
También es importante evaluar el aprendizaje más que la ejecución, reconocer y felicitar los avances y mejoras. El refuerzo positivo es importante para la motivación y autoestima de estos alumnos y alumnas.
También sería conveniente, en la medida de lo posible y según necesidades, la formación de los profesores en TDAH, ya que son los agentes activos en la vida escolar de los y las niñas, donde puede darse la detección del trastorno y también el manejo y la supervisión de su evolución. Es importante el conocimiento y comprensión de las características específicas de este trastorno para poder adecuar su acción docente en el aula, procurar un clima y entorno adecuado para su aprendizaje, atender al alumno en base a sus necesidades y mejorar su rendimiento.