Insomnio
¿Que causa el Insomnio?
El sueño, es una necesidad primaria. El ser humano necesita dormir y esto sucederá de forma natural aunque el individuo no quiera. Sin embrago, no se trata solo de dormir, es necesario un número suficiente de horas y que el sueño sea de calidad, es decir, que sea reparador y que permita restaurar el organismo para afrontar la posterior etapa de vigilia y así no sufrir el insomnio. Todas aquellas medidas encaminadas a conseguir un sueño de calidad que permita el adecuado descanso reciben el nombre de higiene del sueño.
¿Te cuesta conciliar el sueño? ¿Te despiertas varias veces en la noche y tienes dificultades de mantenerlo? ¿Te abordan las preocupaciones justo en el momento de irte a dormir? Cuando te acuestas, ¿no dejas de mirar el reloj en la cama pensando en el poco tiempo que te queda para descansar antes de tener que levantarte?
El insomnio es uno de los trastornos más habituales en las unidades de sueño. La incapacidad para iniciar y/o mantener el sueño repercute en gran medida en la posterior vigilia del paciente y puede ser causa de múltiples trastornos que afectan a la calidad de vida (cansancio e irritabilidad diurnos), incluso provocando accidentes en ocasiones.
Si la duración de estas dificultades es de al menos un mes, es porque seguramente tienes problemas de insomnio.
Es una de las quejas más frecuentes (1 de cada 3 personas lo sufre) y se da más en mujeres que en hombres.
La edad es un factor a tener en cuenta a la hora de valorar una correcta higiene del sueño. Durante la infancia los periodos de sueño son mucho más prolongados; por ejemplo los lactantes mantienen periodos de sueño diurnos de forma intermitente durante todo el día. Esta situación va variando a medida que el niño crece, hasta llegar más o menos a los 25 años, momento en el que se suele perder la capacidad de iniciar el sueño en cualquier momento del día. Además, en términos generales, hacia los 40 años comienza una etapa en la que es más habitual que se produzcan alertamientos durante el sueño y en consecuencia sea más fragmentado y poco reparador, pero es en la tercera edad cuando los problemas de sueño se acentúan, abusando en numerosas ocasiones del consumo crónico y desproporcionado de hipnóticos.
Los alertamientos son provocados principalmente por una serie de factores que ocasionan estrés psicofisiológico e impiden la conciliación del sueño. Entre esos factores destacan las preocupaciones personales, problemas de salud, conflictos familiares o interpersonales, situaciones laborales o el propio entorno puede ocasionar situaciones de estrés que nos hacen imposible desconectar o relajarnos (por ejemplo, mirar constantemente el reloj pensando en el tiempo que nos queda para tener que levantarnos a trabajar).