Se ha demostrado que los juegos en línea no tienen fin que cada vez que se pasa un nivel hay otro y otro y esa sensación es la que genera la adicción, se añaden nuevos niveles donde me reto a mí mismo para superarlos. Asimismo, también existe un reto contra otros jugadores virtuales lo que hace que aún me quede más horas delante de la pantalla para conseguir ser el ganador.
Irritabilidad, preocupación, disminución de las horas del sueño, disminución del apetito, pérdida de visión, más dolores de cabeza, cada vez se pasan más horas delante de la pantalla.